Hoy paseando por el barrio de Grácia, y tras una sucesión de casualidades, he llegado (con mi amigo Roger) a una pequeña tienda en la que he tenido una revelación, una iluminación, una inflexión conceptual, parece exagerado pero realmente ha sido así. Todo ha sido porque tras una pequeña ruta gastronómica nos recomendaron que visitásemos la tienda Tetere, una tienda de tés muy especial en la que cuidan mucho el producto, trayéndolo directamente desde su origen justo tras su cosecha. Así que con esta recomendación tan intrigante decidimos ir a curiosear un poco.
La tienda es pequeña, pero muy bien cuidada, con preciosos jarrones que protejen las hojas y una selección de teteras fabricadas por verdaderos artesanos. Pero mientras curioseábamos la tienda, apareció una dependienta muy amable que ofreció ayudarnos, a lo que contestamos que en realidad veníamos por curiosidad y que aunque nos gusta mucho el té, no somos unos grandes entendidos precisamente. En ese momento, la dependienta nos contó cómo el té es un producto muy especial, nada que ver con los sobres que se venden en mercados y algunas tiendas que dicen ser especializadas.
Nos habló del proceso de selección, de la gran cantidad de variedades, de las pequeñas producciones con denominación de origen, del gran parecido que hay con el vino: la importancia del terreno, la estacionalidad, diferentes procesos e incluso de los someliers del té.
Mientras hablaba, comenzábamos a imaginarnos todos los rincones de los que hablába, de las montañas donde el aire es más puro, el color de todas esas plantas. Y como adivinando lo que pensabamos, de repente sacó un mapa y nos mostró las diferentes regiones de las que traen los distintos tés que ofrecen.
Y tras este corto viaje astral, me sentía totalmente convencido de que tenía que comprar uno de esos maravillosos tés. Entonces muy amable, sacó diversos jarrones y nos invitó a que aprendiésemos las diferencias entre los tés ahumados, tostados, fermentados y envejecidos. Nos dejó oler una selección de tés y entonces nuestro viaje astral se convirtió en real. Nuestros sentidos comenzaron a despertarse y a enviarnos señales de todo tipo. Ahora realmente estábamos en China, en Taiwan y en Japón.
Vimos como las hojas de té habían sido recolectadas y enrolladas una a una para su mejor conservación. Y nos habló de la importancia y del respeto, de la delicadeza e incluso de la (sana) obsesión por el té, en el que incluso aparece el coleccionismo. Al parecer se producen unas planchas cilíndricas de tés, envueltas en un papel con algún motivo que la identifique, de su calidad y de su origen y la gente las coleccionas y son un verdadero orgullo para el que las posee.
Ni que decir tiene que me tuve que comprar una bolsa de Yu Shan, recolectado hace a penas un par de semanas y de un aroma intenso y dulce, y de un potente sabor.
Finalmente nos dió instrucciones de cómo obtener el mejor sabor del té y nos recomendó que visitásemos su web y que vistiásemos su blog, cosa que he hecho en cuanto he podido y he descubierto que su nombre es Jing Jing Yuan y que es maestra de la ceremonia del té. Y es que cuando a alguien le apasiona un tema, se nota y se contagia.
Solo me queda recomendaros encarecidamente que visitéis la tienda situada en la calle Diluvi 8 y que si no podeis, al menos visiteis su web, donde dan información de talleres, actividades e incluso cuando llegarán las nuevas cosechas.
Buena recomendación y mejor blog. Justo empieza y ya contiene mucha información interesante ¡Felicidades!
Fue una soleada mañana muy intensa, excelentes informaciones a cada rincon, era una visita a la Vil.la de Gràcia (re-revisited diria yo), Rius i Taulet, la Plaça del Sol, la Plaça del Diamant, travessera, Gran, el horno de las madalenas napadas de chocolate… y como traca final ca la Jing Jing, la Tetere, un universo rapsoda del te narrado por sus locuaces amantes, a años luz de donde habíamos estado tan solo cinco minutos antes…
Fantastico: Muchas gracias, se hace lo que se puede, pero espero poder aportar mucho más.
Roger: Si es que cuando nos vamos de paseo, luego acaban sucediendo cosas de lo más curiosas, a ver cuando vuelves por Barna!
me encantaria probar ese te, me gusta eso de que poco a poco hayan mas tiendas especializadas!!!
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